El propósito de la vida una vida de propósito
05.04.2012 11:37
Venimos hablando ya a lo largo de varias semanas de esos hábitos para el éxito que necesariamente debemos adquirir si deseamos ser eficaces y lograr los objetivos que nos propongamos, siempre desde una actitud mental positiva.
En este documento nos vamos a referir a ese hábito imprescindible para la eficacia que es saber bien QUE ES LO QUE QUIERE, lo que se busca, cuál es nuestro propósito, el objetivo que nos planteamos y al final hablaremos del hábito de LA DISCIPLINA.
Definir por qué nos proponemos esto o aquello y especificar cómo, cuándo y con qué medios los vamos a convertir en realidad.
Prever los obstáculos que nos puedes salir al paso y DISEÑAR ESTRATEGIAS adecuadas para la superación de los mismos.
Como primera medida es importante CONFECCIONAR UNA LISTA DE LOS OBJETIVOS que se han de lograr a corto y medio plazo y establecer prioridades y categorías.
Cuando deseamos y pedimos a la vida debemos ponerlo por escrito e imaginar que estamos disfrutando ya del logro de cada uno de esos deseos y propósitos. Es muy importante que seamos precisos al establecer cada uno de los objetivos.
Saber bien lo qué queremos tiene muchas ventajas:
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Primera: Nos sentimos como movidos e impulsados desde el interior de nosotros mismos a seguir el camino hacia el éxito, a tomar la dirección más adecuada y poner los medios, desde el primer momento.
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Segunda : Al mismo tiempo que nuestra mente concibe y ve con claridad un objetivo, lo imagina y lo vive como si ya fuera realidad todo el ser, todas las aptitudes se disponen a pasar a la acción, luchan con tesón y esfuerzo para alcanzarlo. En definitiva, se suscita la disposición a la acción.
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Tercera: El trabajo resulta más estimulante y divertido y se despierta, además una gran ilusión capaz de vencer cuantas dificultades surjan. Cuánto más reflexionemos acerca de los objetivos que nos hemos marcado y más lo deseamos, más se despierta el entusiasmo, el ardiente deseo de que nada ni nadie nos impida conseguir lo que nos proponemos.
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Cuarta: Nos mantiene bien atentos y dispuestos a no desperdiciar cualquier oportunidad que se presente y pueda servirnos para unA mayor eficacia y prontitud en el logro del objetivo deseado. Además de la exactitud y claridad del pensamiento definiendo claramente los objetivos, es necesario que necesitemos imperiosamente lo que nos proponemos, ya que “la necesidad es la madre del ingenio, de la invención”. Así que procuremos que aquello que nos propongamos lo necesitemos de verdad.